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BLOG DEL LAICADO TRINITARIO DE VALDEPEÑAS

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Encuentro prejuvenil en Valdepeñas

Encuentro prejuvenil en Valdepeñas

Con el "El secreto de Volar", el 14 de MArzo se celebra el encuentro Prejuvenil, con los grupos de 4º 5º, 6º de Primaria y 1º y 2º de Eso. Una jornada inspirada en el cuento de Peter Pan transformada en una reflexión sobre los valores trinitarios más cercanos a la juventud. Será un día de sorpresas y novedades, por eso desde el laicado trinitario animamos a que se siga desarrollando esto encuentros juveniles de Pastoral. Será un día lleno de ilusión y os animamos a participar.

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El 21 de Febrero se celebró las Bodas de Oro del P. Jesús Herrera en Alcazar de S. Juan.

El 21 de Febrero se celebró las Bodas de Oro del P. Jesús Herrera en Alcazar de S. Juan.

"porque muchos compañeros no han llegado a este momento y poder celebrarlo es importante"

"siempre he estado satisfecho de lo que era"

“Un sacerdote se jubila de maestro, de profesor o de lo que sea, pero cada vez somos menos sacerdotes”

El Padre Jesús Herrera cumplirá el 21 de febrero sus bodas de oro como sacerdote, se festejó con una Celebración solemne de la Eucaristía en la Iglesia de la Santísima Trinidad donde cantó misa por primera vez en el año 1959.

 
A la celebración se ha invitado a los sacerdotes del Arciprestazgo y a los religiosos,entre ellos fue en representación de la casa de Valdepeñas, el P. Antonino del Pino, y con la Parroquia de Santa Quiteria, de la que es párroco.


El Padre Jesús manifestó a Lanza que el hecho de llevar cincuenta años en cualquier cosa ya es importante por tratarse de un largo período de tiempo y en su caso como creyente y sacerdote, le inspira un sentimiento de acción de gracias a Dios, “porque muchos compañeros no han llegado a este momento y poder celebrarlo es importante”.


Jesús Herrera afirma que en este tiempo ha vivido el sacerdocio con entusiasmo y entendiéndolo como que “estoy en la Comunidad como el que sirve”, y añadió que este es el momento para pedir la protección de Dios “en los años que me queden”.

Vocacional


En este período de tiempo ha habido momentos de todo tipo, pero Herrera considera que “es un éxito por la salud y desde la Fe por mantenerme fiel a Dios”.


“Dudas de mi sacerdocio no he tenido nunca, pruebas y momentos en los que hay que discernir sí, pero nunca perdí la ilusión de mantener mi sacerdocio”. Por ello considera que “he tenido suerte de hacer autocrítica, porque después lo importante es encontrar la salida” y “siempre he estado satisfecho de lo que era” y “si volviera a nacer, volvería a hacer lo mismo”.


En cuanto a salud, Jesús Herrera tuvo una situación crítica en su vida, “estuve a punto de morir y en ese momento me hubiera ido sin darme cuenta”, pero cuando le tuvieron que operar del corazón, tuve una de las experiencias más grandes “porque sentí la mano protectora de Dios”, a lo que contribuyó la pericia de los médicos que le atendieron. Ambas cosas permitieron que “saliera adelante, cuando nadie daba nada por mí”.


Según el Padre Jesús, Dios “no te trae las enfermedades”, sino que “hay que aceptar que la propia naturaleza trae enfermedades”. Lo que ocurre es que en el momento en que aparece la enfermedad, el hombre se acuerda de Dios y en la salud lo bendice, “y yo le he dado mil gracias”.

Un largo caminar


Jesús Herrera nació en Vara del Rey (Cuenca) y estuvo en su juventud en Alcázar, donde cantó misa. Sin embargo desde aquí lo destinaron a Andalucía, donde ha estado en varias ciudades y desarrollando diversas funciones, aunque su aspiración era quedarse en el municipio manchego por la Comunidad que había en este lugar. Sin embargo y tras haber pasado muchos años en la región andaluza, “no me ilusionaba volver, pero ahora me siento a gusto y he experimentado al alcazareño”.


“A Alcázar se entra llorando y se sale llorando”, en este segundo caso por el apago que se obtiene, y aunque estaba identificado con la alegría y la concepción de la vida que hay en Andalucía, ya se ha hecho con la austeridad y compromiso de esta tierra castellana, que comprueba especialmente en la Parroquia de Santa Quiteria “donde se ve el compromiso y el cariño que se le tiene al sacerdote, y me siento como en mi tierra”.


Jesús Herrera lleva ahora diez años de continuo en Alcázar de San Juan donde ha sido Superior del Convento de los Trinitarios, aunque desde hace unos años “mi trabajo, ocupación y desvelo” está ahora en la Parroquia de Santa Quiteria, donde ha podido comprobar que los alcazareños “me quieren y son sinceros y yo les he ayudado a no perder la ilusión por la Parroquia”.


La Iglesia de Santa Quiteria ha estado cerrada al culto durante algunos años. Necesitaba de una profunda restauración, en la que ha puesto su dedicación el Padre Jesús y los dos primeros años que la tenía a su cargo “vi que era un punto a resolver” y “esa ilusión la tomé como un empeño” y además de atender los servicios espirituales, se puso a trabajar para que se realizara la obra, que se llevó a efecto en once meses, con dinero de los fieles “que todavía la estamos pagando porque pedimos un crédito”.


En esta tarea pusieron su empeño también otros sacerdotes, pero “haber sido un eslabón en la cadena me alegra, sobre todo viendo como ha quedado el templo no sólo estéticamente”, también porque “ha recuperado el antiguo sabor de la Iglesia” y está dotada además de buena calefacción que hace más acogedora la estancia y tiene mejor iluminación, elementos que hacen que “la gente se sienta a gusto”.

Jubilación


“Un sacerdote se jubila de maestro, de profesor o de lo que sea, pero cada vez somos menos sacerdotes”, por lo que está dispuesto a continuar su labor sacerdotal mientras sea necesario.


Preguntado por las vocaciones religiosas de hoy en día, el Padre Jesús Herrera señala que “se ha pasado de seminarios llenos a una carencia acentuada”. En este sentido, reconocía que “las vocaciones no vienen como antes” y aseguró que ahora es necesario conseguir madurez en las comunidades.


No obstante, se mostró optimista porque Dios “da en cada momento su cometido» y ahora los laicos pueden hacer muchas tareas que antes sólo hacían los sacerdotes, para que éstos se dediquen estrictamente a desarrollar la función espiritual”.


A juicio del sacerdote, el ambiente de la sociedad actual no favorece las vocaciones, “porque el que se siente llamado tiene que dejar mucho, por lo que no es un camino de mayorías, sino de minorías”.

 

 

Hijo de Rosa y Bonifacio, el padre Jesús Herrera nació en Vara del Rey (Cuenca) el 28 de abril de 1935. Ingresó en el noviciado trinitario de Algorta en 1950. Hizo la profesión simple en Algorta el 3 de septiembre de 1951. Emitió su profesión solemne en Córdoba el 1 de noviembre de 1956. Fue ordenado sacerdote el Salamanca el 21 de febrero de 1959, celebrando su primera misa en Alcázar de San Juan.

 

A través de sus cincuenta años de sacerdocio, el padre Herrera ha desarrollado multitud de servicios y responsabilidades en la Provincia Trinitaria de España-Sur: profesor, maestro de novicios, párroco y superior en varias comunidades, secretario provincial, consejero provincial y ministro provincial. Actualmente es superior de la comunidad trinitaria de Alcázar de San Juan y párroco en la parroquia Santa Quiteria de esta ciudad manchega.

 

fuente sacada de trinitarios.net

VIVIR LA CONVERSIÓN EN LA TRINIDAD.

VIVIR LA CONVERSIÓN EN LA TRINIDAD.

En la antigüedad los penitentes cubrían su cabeza de ceniza y se colocaban en las puertas de los lugares públicos para mostrar su arrepentimiento y ganar la benevolencia de Dios…

Y aún hoy la puerta de entrada en la cuaresma es para nosotros el miércoles de ceniza. Y reproducimos, aunque sea de modo simbólico, aquel gesto, mientras se nos dice “conviértete y cree en el evangelio” (una vez dejado atrás aquel enunciado un poco más sombrío que era “recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás”). Cuando uno es niño quizás le parece gracioso, chocante, hasta algo exótico eso de que te tiznen la frente con ceniza. Pero ya no somos niños. ¿Cómo encontrarle un sentido pleno a ese gesto? ¿Qué significado le damos hoy? ¿Qué palabra se nos propone?

Les respondió Jesús: «No necesitan médico los que están sanos, sino los que están mal. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.» (Lc 5, 31-32)


Vamos a buscar algunas expresiones un poco más provocadoras para entender eso de la conversión… Crece de una vez, si es que aún te mantienes en la eterna adolescencia de quien no sabe aceptar la vida en su complejidad. Ama a los otros, no a ti mismo (uno puede amarse a si mismo en los otros, y eso es muy peligroso y bastante estéril).

Aprende a mirar un poco más allá del horizonte habitual, para no quedar atrapado en jaulas de oro, y atrévete a soñar en un mundo mejor. Acepta que, para todo lo anterior, no eres tú el que está en control, sino Dios quien, dentro de uno, alienta esa conversión.

¿Qué siento que ha de cambiar en mí? ¿Cómo dejar que sea Dios el que tome las riendas de la propia conversión? (qué paradoja, ¿no?)

YO QUIERO ESTAR DESNUDO...

Yo quiero estar desnudo, Dios, mi boca
se quiere desnudar como una loca,
quitarse la palabra que le has dado.
Mi corazón, mi vida, mi costado
se quieren desnudar también de todo.

Se quieren arrancar el viejo modo
de caminar por esta tierra triste;
ser como una mujer que se desviste
a pesar del calor, del miedo y todo!

Me quiero desnudar, Señor, del miedo
de no saber por qué me duele el dedo
cuando pienso en la muerte sin motivo.
Yo quiero estar desnudo más que vivo,

desnudo de rencor, de piel, de frente,
tener un corazón desnudo y rudo.
Cuando la muerte venga de repente
hallarme más desnudo que el desnudo.

Jorge Debravo

2. Y cree en el Evangelio

Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. (Mc 8, 35)

 ¿En qué creo? A veces no lo sé. Es fácil creer en la riqueza (pues, efectivamente, abre muchas puertas), en la belleza (tantas otras), en el éxito, la inteligencia, el aplauso, la oratoria brillante, las propias fuerzas, el trabajo bien hecho, la eficacia, la utilidad, el placer, el talento o la genialidad… Pero no basta.

Creer en el evangelio es darle la vuelta a las categorías habituales. Creer en la debilidad que se hace fuerte, en la derrota que no tiene la última palabra, en el amor que va más allá de la eficacia y la utilidad, en la palabra que, sin adornos, habla verdad. Es creer en un Dios crucificable. Y en una humanidad amable. Y eso no es fácil.

¿Qué es, para ti, creer en el evangelio? Intenta escribir hoy en qué crees.

FRAGMENTOS DE VIDA EVANGELICA

Creer de corazón y de palabra.
Creer con la cabeza y con las manos.
Negar que el dolor tenga la última palabra.
Arriesgarme a pensar
que no estamos definitivamente solos.
Saltar al vacío
en vida, de por vida,
y afrontar cada jornada
como si Tú estuvieras.
Avanzar a través de la duda.
Atesorar, sin mérito ni garantía,
alguna certidumbre frágil.
Sonreír en la hora sombría
con la risa más lúcida que imaginarme pueda.

Porque el Amor habla a su modo,
bendiciendo a los malditos,
acariciando intocables
y desclavando de las cruces
a los bienaventurados

José María R. Olaizola

  FICHA DE ORACIÓN CUARESMA 2009

consejo regional de la X Asamblea regional del Laicado Trinitario

consejo regional de la X Asamblea regional del Laicado Trinitario

Gloria a ti Trinidad y a los cautivos libertad!

 19 de febrero2009

 A TODOS LOS LAICOS TRINITARIOS, ASISTENTES Y FAMILIA TRINITARIA DE ESPAÑA SUR:

 

Estimados amigos, con gran alegría llega el momento de citaros un año más a nuestra Asamblea anual. Este año de una forma especial, pues se cumple una década de asambleas fraternas. Diez años compartiendo todo lo que somos desde el carisma trinitario: ilusiones, proyectos, organización, espiritualidad, hermandad, misión …Diez años compartiendo un mismo Proyecto de Vida, que comenzó con nuestro fundador San Juan de Mata y nosotros seguimos renovándolo y actualizándolo según los designios de los tiempos. No podemos pararnos ahora, no podemos mirar nostálgicos hacía atrás cuando el futuro se nos abre a vivir nuestro carisma sin miedos dentro de la Iglesia y en el mundo. Es nuestro SER. Todos contamos en este gran Proyecto Trinitario y nadie sobra, ni por juventud, ni por muchos años que se lleve. En nuestras fraternidades necesitamos de la experiencia cristiana y trinitaria de los que llevan más tiempo, y también necesitamos de las fuerzas y nuevas ideas de los que entran nuevos, juntos podemos hacer que nuestras fraternidades sean abiertas y espacios de convivencia, amor, solidaridad, entrega… e imagen de la Trinidad.

 Por eso, el Consejo os anima a que estéis presentes con vuestras Fraternidades en la X ASAMBLEA ANUAL del Laicado Trinitario, los días 27, 28 y 29 de Marzo. Este año los temas irán en torno al “Compartir”. El P. Ignacio Rojas nos hablará sobre el compartir de bienes en las cartas de San Pablo: el P. Felipe Alonso, tocará el tema del papel de nuestras fraternidades y el laico trinitario frente a la crisis económica actual; el P. Antonio Jiménez sobre misión compartida en la Familia Trinitaria; el equipo de PJV de la Familia Trinitaria sobre futuros enlaces entre los jóvenes y el laicado trinitario; Inmaculada Rodríguez nos recordará los principios de la Caja de Redención, antes de la votación de proyectos que proponga cada Fraternidad. No olvidéis esto último: traed los proyectos para ser votados. Dispondréis de proyector y ordenador si queréis presentarlo con imágenes, programas o videos.

 

Os mandamos el programa de la X Asamblea, en él encontrareis toda la información necesaria para las inscripciones.

 

Esperando vernos en Herencia, recibid nuestros más cordiales saludos.

 CONSEJO REGIONAL LAICADO TRINITARIO ESPAÑA-SUR

VER PROGRAMA DE LA ASAMBLEA

FORMULARIO DE INSCRIPCIÓN

La escalofriante tragedia de Gaza narrada por su párroco.( extraido de Zenit.org, 17 de Enero 2009)

La escalofriante tragedia de Gaza narrada por su párroco.( extraido de Zenit.org, 17 de Enero 2009)

 

De la Iglesia de Dios en Gaza a los queridos santos de Palestina y de todo el mundo:

La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios Padre y la comunión del Espíritu Santo sea con todos vosotros.

Desde el valle de las lágrimas, desde Gaza bañada en su sangre, una sangre que ha sofocado la felicidad en el corazón de un millón y medio de habitantes, os dirijo estas palabras de fe y esperanza. No utilizaré la palabra "amor", esa palabra se ha quedado atragantada incluso en nuestras gargantas de cristianos. Los sacerdotes de la Iglesia levantan el estandarte de la esperanza para que Dios se apiade y compadezca de nosotros dejando para Él un resto en Gaza, y de esta forma no se apague la lámpara del cristianismo que encendió, en los comienzos de la Iglesia, el diácono Felipe. Que la compasión de Cristo eleve nuestro amor a Dios, aunque en estos momentos se encuentre en un "estado crítico".

Desde mi corazón de sacerdote y párroco os pido que recéis por el alma de nuestra hija, nuestra querida hija de la escuela de la Sagrada Familia, la primera cristiana fallecida en esta guerra: Cristina Wadi al-Turk.

Murió la mañana del sábado 2 de enero de 2009 a causa del miedo y del frío. Las ventanas de su casa estaban abiertas para proteger a los niños del efecto de la onda expansiva en los cristales. Los cohetes pasaban por encima de su casa, afectando a todos los vecinos y haciendo que todo se moviera amenazadoramente. No pudo soportar todo eso y se fue a quejarse al Creador y a pedirle una nueva casa y un refugio donde no hubiera llanto ni cohetes, ni gemidos sino alegría y felicidad.

Queridos hermanos en Cristo, lo que veis en vuestras pantallas de televisión y lo que oís no es en absoluto todo el sufrimiento real por el que está pasando nuestro pueblo de Gaza. Ni la televisión ni la radio pueden transmitir en toda su amplitud lo que está pasando en nuestra tierra.

El asedio de Gaza es un huracán que crece por momentos hasta convertirse en un crimen contra la humanidad. El pueblo de Gaza hoy, lleva su tragedia al juicio de la conciencia de cada hombre "de buena voluntad". El tiempo venidero será el tiempo del juicio justo de Dios.

Los niños de Gaza, con sus parientes, duermen en los pasillos de sus casas, si es que aún los conservan, o en los cuartos de baño, para protegerse, temblando de miedo por el estruendo y los temblores, los temblores terribles de los cazas F-16.

Es verdad que hasta ahora los objetivos de los aviones han sido en su gran mayoría las sedes principales del gobierno y de Hamás, pero todos estos edificios están situados entre las casas de la gente al no separarse de ellas más de 6 metros, que es la distancia legal permitida entre edificios. Por eso las casas de la gente sufren graves daños y muchos de los niños fallecidos lo son por este motivo. Nuestros niños viven en un estado constante de pánico y terror, y esto les hace enfermar. Esto y la falta de alimentos, la mala alimentación, la pobreza, el frío... La tragedia que se vive en los hospitales es crítica. En estos hospitales no había, antes de la guerra, dispositivos de urgencias, y ahora se ven desbordados por miles de heridos, enfermos y por estos acontecimientos, hasta tal punto que las operaciones se realizan en los pasillos de los hospitales. Muchos de los heridos se envían por el paso de Rafah hacia Egipto, pero el que consigue pasar no vuelve, pues la mayoría mueren por el camino. La gente en los hospitales está asustada, triste, rozando casi la histeria.

Quiero ahora contaros una pequeña historia ocurrida en el hospital a la familia de Abdel Latif. Uno de sus hijos desapareció en la primera oleada de bombardeos. Le buscaron en casa de sus familiares pero no le encontraron ni en el primero ni en el segundo día de la guerra. Al tercer día, recorriendo la familia el hospital, encontraron a un pariente de la familia Yarad que estaba cuidando a uno de sus hijos que había sido herido y estaba mutilado. Ese niño había perdido una de sus piernas y su rostro estaba desfigurado no por los bombardeos de los aviones sino por los efectos de la onda expansiva de las explosiones en los cristales, que se le habían clavado estando él en el hospital cuando una parte de éste fue alcanzado por los bombardeos. Abdel Latif se acercó a consolar al de la familia Yarad, pero cuando estuvo cerca del herido, descubrió que el herido era su propio hijo y no el hijo de la familia Yarad. Para mediar entre la diferencia de las dos familias, decidieron esperar a que el herido se despertase y dijese a qué familia pertenecía. De esta forma la familia de Abdel Latif pudo recuperar a su hijo, que estaba cuidando la familia Yarad.

Os describo esto someramente en mi carta pidiéndoos ayuda a vosotros, y también a Dios. Nuestro pueblo en Gaza se comporta como si fuesen animales salvajes, no como personas. Comen pero no se alimentan, lloran pero no tienen lágrimas. No hay ni agua ni electricidad ni comida, sólo miedo, pánico y bloqueo... Ayer en la panadería se negaron a darme pan. La causa: el hombre se niega a darme pan hecho con una harina que no es buena para la salud, no por desprecio de que yo sea sacerdote. La harina buena que tenía se ha agotado y ahora ofrece lo que le queda en gran cantidad, una harina no apta para el consumo humano. Yo, por mi parte, he jurado no comer pan en lo que dure esta guerra.

Os pedimos que elevéis a Dios vuestras más ardientes oraciones y que no se celebre misa ni servicio religioso en que no os acordéis delante de Dios de la tragedia de Gaza. Por mi parte, yo sigo enviando pequeñas cartas a nuestros hijos para alentar la esperanza en sus corazones. Hemos decidido rezar juntos, cada hora, esta oración : « Oh Señor de la paz, danos la paz. Oh Señor de la paz, concede la paz a nuestro país. Ten compasión Señor, ten compasión de tu pueblo y no te enojes nunca con él ». Os pido que ahora os levantéis y que recéis con nosotros. Vuestras oraciones, unidas a las nuestras, moverán a todo el mundo y le enseñarán que el milagro del amor que se ha detenido en el camino y que aún no ha llegado a vuestros hermanos de Gaza, no es el amor de Cristo y de su Iglesia. Para el amor de Cristo y de la Iglesia no son obstáculo las diferencias políticas o sociales, las guerras ni ningún otro tipo de causa. Cuando vuestra caridad llega a nosotros, sentimos que aquí en Gaza, somos una parte que no se olvida de la Iglesia de Cristo, una Iglesia santa, católica, y que nuestros hermanos musulmanes que están entre nosotros forman parte de nuestras familias, de nuestro destino, con los que compartimos todo y con los que formamos, todos juntos, el pueblo palestino.

Pero en medio de todo esto, nuestro pueblo en Gaza no deja de rechazar la guerra como solución para la paz, y está convencido de que el único camino hacia la paz es la paz misma. En Gaza somos pacientes y en nuestros ojos se puede leer : « Entre la esclavitud y la muerte, para nosotros no hay opción ». Queremos vivir para alabar al Señor en Palestina y dar testimonio de Cristo. Queremos vivir para Palestina, no morir por su causa. Pero si la muerte un día se nos presenta, moriremos gustosos, con valor y con fuerza.

Os rogamos que en vuestras oraciones a Dios le pidáis que nuestro Señor Jesucristo nos dé su Paz auténtica, para que « puedan vivir juntos el lobo y el cordero, el buey pueda pacer con el león, y el niño pueda meter su mano en la boca de la serpiente y ésta no le muerda ».

La paz de Cristo, esa paz que nos invita a ser un solo cuerpo, esté con todos vosotros y os proteja. Amén.

Vuestro hermano,

padre Manuel Musallam,

párroco de la iglesia latina de Gaza

 

Dios a la vista, artículo de Olegario Fernández de Cardenal ( en ABC 18 de Enero 2009)

Dios a la vista, artículo de Olegario Fernández de Cardenal ( en ABC 18 de Enero 2009)

 

ESTE título no está tomado de esos anuncios que ahora ruedan en autobuses por las ciudades. Le pertenece a Ortega y Gasset, quien en un artículo de 1926 bajo ese marbete escribía lo siguiente: «Hay épocas de odium Dei, de gran fuga lejos de lo divino, en que esta enorme montaña de Dios llega casi a desaparecer del horizonte. Pero al cabo vienen sazones en que súbitamente, con la gracia intacta de una costa virgen, emerge a sotavento el acantilado de la divinidad. La hora es de este linaje, y procede gritar desde la cofa: ¡Dios a la vista!».

 

¿Qué ha ocurrido en la conciencia europea para que tras años de silencio social sobre Dios, ahora aparezca esa extraña proclamación, que expresada como rechazo no se atreve a la negación absoluta y deja su existencia en probabilidad? Esa palabra primordial «Dios» todos la proclamamos en consentimiento o en rechazo. Ella nos precede y nos comprendemos a nosotros mismos como finitos a la luz del Infinito, como mortales a la luz del Inmortal, como creados a la luz del Creador. ¿Qué es más sensato: acogerse como frutos de un amor preveniente o como arrojados por un destino ciego? ¿Es posible que nuestra razón y corazón procedan de algo sin-razón y sin-corazón?

 

De Dios ni podemos callar ni sabemos hablar. Sólo podemos hablar de Él haciéndonos eco y siendo altavoces de su propia palabra acogida pecho a tierra, como revelación de su amor y en respuesta de nuestro amor. Quien se la apropia o la blande como arma frente al prójimo, está profanando a Dios y ofendiendo a su prójimo. ¿Quién se atrevería a decir que conoce a Dios, que lo puede retener por propia mano, o ponerlo a su servicio? Él es una presencia real pero elusiva, personal pero sustraída. No es posesión de nadie y es soberana sobre todos. Sólo descalzos y de rodillas, los oídos abiertos y los ojos cerrados, en acogimiento de uno mismo y en recogimiento de la dispersión exterior, podemos percibirle. No en el terremoto, ni en el viento, ni en el fuego exterior sino en la brisa tenue está Él. Así se dio a sentir a Elías camino del Horeb y a Moisés desde el Sinaí en la hendidura de la peña, viéndole por la espalda mientras se alejaba. Pero ese silbo amoroso, que ha rozado nuestras pupilas interiores ya nunca podremos olvidarlo, aun cuando azoten los vientos del Norte.

 

De Dios sólo se puede hablar con amor y temblor desde dentro de la verdad de la existencia, desde el estremecimiento de quien se sabe lejos de la propia dignidad humana y más lejos todavía lejos de la santidad divina. Sólo se puede hablar de Él con una razón que nace de la vida y del servicio incondicional al prójimo. A ese Dios podemos reconocerle en las huellas que han dejado en nuestro mundo sus testigos cualificados: profetas, místicos, poetas altavoces suyos en la cotidianidad, servidores de pobres y enfermos, santas voces de una eternidad que es inherente a nuestra finitud, de un Misterio, que es ya presencia a nuestra soledad, y al que podemos abrirnos porque previamente Él se ha abierto a nosotros. Aceptación de nuestra individualidad y adentramiento en nuestra soledad son condiciones para conocer a Dios. Sólo quien se conoce a sí mismo puede reconocer a Dios y sólo quien ama a su prójimo puede columbrar a Dios.

 

No se puede hacer comercio, propaganda o ideología con este santo nombre. Sólo podemos manuducir el prójimo hasta Dios con la verdad de la existencia, la dignidad de la justicia y la fortaleza de la esperanza. Tenemos que darle palabra y razón de Él pero no demostrar y nunca imponer. Estando en la verdad ante Él y desde Él enhiestos y libres para todo a la vez que solidarios de todo y servidores de todos, gozosos y esperanzados, los creyentes serán verdaderos y hablarán bien de Dios. Preocupados por todo lo bello, noble y justo, a la vez que serenamente despreocupados y abiertos a la gloria del mundo y a la belleza de las cosas, que es alimento natural del hombre y suprema flor de la realidad.

 

El creyente se sabe agraciado con la luz de la fe. Ella no es una conquista suya sino un don de Dios al que ya no puede renunciar porque equivaldría a renunciar a la luz con la que ve un mundo nuevo. Agraciado y humillado por la propia fe, de la que debe gozarse pero nunca vanagloriarse, se asombra cada día de sí mismo, de que al despertar siga existiendo y creyendo. Tanto la vida como la fe son una diaria sorpresa, que el bien nacido agradece a Dios y comunica a los demás. Lo que le causa asombro al creyente no es la increencia del prójimo sino su propia fe, porque sabe que es puro don de Dios. Nada más contradictorio con ella que despreciar o acusar a quien no la tiene: esto revelaría que quien lo hace no sabe lo que es el admirable don de creer; que ha confundido lo que es gracia con lo que es un vulgar producto que se compra, una idea que se fabrica o una mera herencia que se recibe.

 

Cuando las cosas sagradas de la vida humana son tratadas mal y maltratadas, terminan volviéndose contra el hombre y degradándole. La trivialización maligna conduce al olvido de lo esencial, a la pérdida del respeto a lo sagrado, al encubrimiento de los límites de la vida humana, a la anulación de la diferencia entre el bien y el mal. ¡Mortal es ya el hecho histórico de que creyentes e increyentes se lancen la palabra «Dios» a la cara cuando tenía que ser pronunciada por los creyentes con veneración y asombro, mientras que los no creyentes deberían respetarla por ser sagrada a sus semejantes! Cuando esa realidad que debería aparecer como alma vivificadora para todos, se convierte en arma de acoso, entonces algo esencial se ha pervertido en la convivencia. ¡Y todos los que colaboremos a esa pugna seremos culpables de lesa divinidad y de lesa humanidad!

 

Kierkegaard decía que al hombre que encuentra a Dios en su vida, le ocurre como al beduino en el desierto que, cavando dentro de su tienda, descubre una fuente. De ella recoge el agua y se la ofrece a su prójimo para saciar la sed: nunca se la arroja contra el rostro. Cada hombre tiene que cavar en la tienda de su propia interioridad para allí encontrar a Dios. El creyente le ofrecerá a su prójimo como agua viva. El no creyente no debe equivocarse: la realidad de Dios es una gracia posible también para él y no depende de cómo sean los propios creyentes. Cada uno somos un absoluto ante Dios y ante Él tenemos que responder con el nombre con el que previamente Él nos llama a cada uno. Dios es el primer bien común de la humanidad. Porque Él es uno creándonos, somos nosotros unos como hombres. Su paternidad creadora es el fundamento de nuestra fraternidad indestructible.

 

A la luz de lo anterior el lector se preguntará: ¿son los autobuses públicos lugar apto para el uso acusativo o defensivo del santo nombre de Dios? (No pregunto si es legítimo en pura lógica de mercado sino si es fermento de concordia o de discordia en una democracia humana). No parece. Las empresas públicas, ¿pueden prestarse a tales usos ideológicos, que siempre terminan ofendiendo a unos o a otros? No parece. Esta campaña nació en Inglaterra (anglicanos y protestantes) como reacción contra una presentación que hace a Dios fuente de miedo y amenaza al hombre con la condenación eterna. Y tenía razón en rebelarse contra ella y contra tal uso fatídico e inhumano de Dios, porque Él es la fuente primera de la vida y la raíz última de la felicidad. Dios es gratuito como lo son el amor y la luz, la belleza y las flores.

 

No puede ser utilizado como palanca que sirva de acelerador ni de freno para fines materiales de este mundo. Él es de otro orden: la luz que nos alumbra para que existamos en libertad; la lumbre que alumbra para que en gozosa responsabilidad crezcamos. No se puede hablar de Dios en vano, en falso, en profano. El creyente no hablará así nunca de Él.

JESÚS NACE TODOS LOS DÍAS.

JESÚS NACE TODOS LOS DÍAS.

DEDICADO A TODA LA FAMILIA TRINITARIA, ESPECIALMENTE A TODOS LOS MISIONEROS QUE SE DEDICAN A PROPAGAR LA BUENA NOTICIA DE JEÚS Y CONVIVEN EN PAÍSES QUE TIENEN EXCLUSIÓN SOCIAL Y POBREZA. UNA ABRAZO FUERTE PARA ANDRÉS FERRERAS Y CATALINO ASENJO, DE LA MISIÓN DEL MUYO.

FELIZ NAVIDAD A TODOS.

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TIERRA SANTA EN NAVIDAD.

Miles de peregrinos de todo el mundo llegaron a Jerusalén y a Belén, ciudades que juntas son la cuna del Cristianismo, para celebrar la Navidad. Recorrimos las callejuelas de uno y otro sitio y dialogamos con los visitantes, que expresaron toda su emoción por estar hoy aquí, en la Tierra Santa.