LA CAJA DE REDENCIÓN Y SANTO TOMÁS IN FORMIS
Inmaculada Gómez. LT.
Recibid un afectuoso saludo de todos los que formamos el Consejo. Deseo que hayáis comenzado el año nuevo con todas las bendiciones de nuestro Dios Trinidad para seguir trabajando por la causa de pobres y oprimidos.
Para nosotros los trinitarios el año 2010 es un año de gracia, el Señor nos ha querido hacer un gran regalo, un Año Jubilar, conmemoramos el VIII Centenario de la donación de Inocencio III a san Juan de Mata de S. Tomás in Formis y del Mosaico colocado sobre su puerta principal –SIGNUM ORDINIS SANCTAE TRINITATIS ET CAPTIVORUM– signo de la experiencia y revelación vivida por san Juan de Mata que supuso la fundación de la Orden.
El 28 de enero estamos de fiesta, es el día de nuestra Patrona, santa Inés. Es el día de la gran manifestación, cuando nuestro carisma trinitario-redentor se gestó y nace nuestra misión. Juan de Mata en su primera Misa: Vio la Majestad de Dios, a Dios que tenía en sus manos a dos hombres con cadenas en sus pies.
Conmemorando este hecho, desde la Caja de Redención, se edita un nuevo boletín invitándonos en esta fiesta a ponernos en oración ante Dios-Eucaristía. Su Presencia nos transforma, nos sana, nos libera de la esclavitud del pecado y nos acerca al hombre discriminado y roto por el dolor. Nos hace ser verdaderos testigos del Evangelio-Redentor.
No olvidemos que nacimos en la Eucaristía para la Redención. Por eso, en este día de oración es fundamental que la Caja de Redención de cada fraternidad ocupe un lugar patente cerca de Cristo, el lugar que le corresponde. A Él le gusta estar cerca de los oprimidos, de las personas rotas, de los pobres, para tenderles sus manos; son sus preferidos, tanto que se hizo uno de ellos. Así es el corazón de Jesús. Y desea que nosotros trinitarios, herederos de esta vocación, seamos sus colaboradores en su obra de Redención, siendo solidarios, compartiendo lo que tenemos y lo que somos, salir de nuestras comodidades, estar dispuestos con nuestros recursos para ayudar a tantos hermanos que sufren cautividad y pobreza. Este es el espíritu de la Caja de Redención, de la tertia-pars; espíritu de servicio y de entrega. Es estar dispuestos a ser generosos con lo que tengamos, no solo de lo que sobre, haciendo nuestro el proyecto de vida de S. Juan de Mata.
En este, nuestro siglo XXI, sigue habiendo pobres, personas que ven pisoteada su dignidad humana. Ellos son hermanos nuestros que pasan hambre, que sufren soledad o que son perseguidos por amar a Cristo.
¡No son de estos los niños del P.R.O.F.I.T en Bolivia, que tienen hambre y sed de justicia!
¡No son de estos los que están enfermos y nos piden socorro para la construcción de un dispensario en la región de Ambohitromby en Madagascar!
¡No son de estos las mujeres de la casa de Acogida Miguel Ferrer en Madrid, que sufren marginación y opresión!
¡No son de estos los adolescentes acogidos en la Escuela-Granja “San Juan de Mata” en Sudán, perseguidos por ser cristianos!
Recojo un testimonio de un joven sudanés del díptico mensual del S.I.T, intención de enero 2010: “en Sudán nos ha tocado llevar la cruz de Cristo. Pero váyanse tranquilos, que no la vamos a dejar caer”. Recordemos el mosaico. La similitud de sus palabras con el esclavo cristiano que lleva en su mano una cruz trinitaria, nos invitan a ser relevo y reclamo de la Cruz de Cristo. Abracémosla con fuerza.
Los indigentes y desamparados esperan nuestra oración y aportación económica, rompamos sus cadenas.
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