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BLOG DEL LAICADO TRINITARIO DE VALDEPEÑAS

Pentecostés (I): Origen de la Fiesta de Pentecostés.

Pentecostés (I): Origen de la Fiesta de Pentecostés.

Origen de la fiesta

Los judíos celebraban una fiesta 50 días después de la pascua, donde recordaban la Alianza en el Monte Sinaí cuando Moisés recibió las tablas de la Ley.  Esta fiesta se llamaba Pentecostés.

Jesús prometió enviar al Espíritu en varias oportunidades: durante la Última Cena, les dice a sus apóstoles: “Mi padre os dará otro Abogado, que estará con vosotros para siempre: el espíritu de Verdad” (San Juan 14, 16-17). Más adelante les dice: “Les he dicho estas cosas mientras estoy con ustedes; pero el Abogado, El Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, ése les enseñará todo y traerá a la memoria todo lo que yo les he dicho.” (San Juan 14, 25-26). Al terminar la cena, les vuelve a hacer la misma promesa: “Les conviene que yo me vaya, pues al irme vendrá el Abogado,... muchas cosas tengo todavía que decirles, pero no se las diré ahora. Cuando venga Aquél, el Espíritu de Verdad, os guiará hasta la verdad completa,... y os comunicará las cosas que están por venir” (San Juan 16, 7-14).

Explicación de la fiesta

Cincuenta días después de la fiesta pascual, cuando ya había pasado el día de la Ascensión, los apóstoles, que tenían miedo de salir a predicar, se encontraban reunidos con la Madre de Jesús. Era el día de la fiesta de Pentecostés. 

Repentinamente, escucharon un fuerte viento y pequeñas lenguas de fuego se posaron sobre cada uno de ellos. En ese instante el Espíritu Santo descendió sobre ellos y comenzaron a hablar en lenguas desconocidas. Por esos días, Jerusalén estaba invadida por muchos extranjeros que venían a celebrar la fiesta de Pentecostés judía. Cada uno oía hablar a los apóstoles en su propio idioma y entendían a la perfección lo que ellos hablaban.

A partir de ese día, los apóstoles ya no tuvieron miedo y salieron a predicar a todo el mundo las enseñanzas de Jesús. El Espíritu Santo les dio fuerzas para la gran misión que tenían que cumplir: Llevar la palabra de Jesús a todas las naciones, y bautizar a todos los hombres en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Es este día cuando comenzó a existir la Iglesia como tal.

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