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BLOG DEL LAICADO TRINITARIO DE VALDEPEÑAS

Material para orar con las personas presas

Material para orar con las personas presas
OBJETIVOS

Objetivo general:

  • Orar con las personas encarceladas.

Objetivos específicos:

  • Descubrir que Jesús habita en las prisiones.
  • Asomarnos a un rostro distinto de Dios escuchando la voz de las personas encarceladas y el mensaje de liberación de Jesús.
  • Sentirnos - personas enviadas para la misión de liberación .

DESARROLLO Y LECTURAS

a) Primera Parte:

  • Lectura del evangelio: Jn 1, 38

Jesús se volvió y, al ver que le seguían, les dice

-“¿Qué buscáis?”.

Ellos le respondieron:

“Rabbí –que quiere decir Maestro- ¿dónde vives?”

  • Hna. GLENDA “¿Dónde vives?” (del disco “A solas con Dios”)

Dime ¿dónde vives? 

 ¿dónde vives?

¿dónde vives? ¿dónde vives?

Maestro ¿dónde vives? (bis)

  • Lectura (Adaptación del texto de la Revista Orar, nº 157, pág. 6)

Orar con las personas privadas de libertad es orar por Javi, Jose, Abderraman...que están acostumbrados a ser encerrados día tras día en su celda con un sin fin de sueños e ilusiones, encerrados física e incluso mentalmente

Orar desde la cárcel es orar por María, Conchi, Amaia...con todas esas mujeres que por tener la vida llena de fracasos, golpes, luchas...han acabado en un espacio cerrado sin solucionar sus problemas

Orar desde la cárcel es orar por todas esas personas encerradas en sus rejas y encerradas también por nuestro rechazo, nuestro odio, nuestra indiferencia y nuestro sentido de justicia que nos convierte en jueves de los otros.

Orar desde la cárcel es sentirnos también nosotros y nosotras Iglesia encerrada y convertir en plegaria abierta y dolorida las ilusiones de Javi y Jose, las ansias de libertad de María y Conchi, los sueños de sentir el calor de una familia de Amaia y Abderraman.

Orar desde la cárcel es abrirnos a la misericordia del Padre-Madre Dios para dar respiro a tanta justicia cruel y desencarnada.

  • Plegaria de una persona presa ( Fragmento de Rev. Orar, nº 157, pág. 22)

¡Señor! S oy un preso:

tengo más tiempo que los cartujos para rezarte,

pero quizás sólo Tú sabes lo que cuesta rezar a un preso.

En nuestro ser más profundo explota a cada instante la rebelión.

Es difícil rezar, es difícil creer cuando uno se siente abandonado por la humanidad.

Sé que me comprendes pues Tú también en la Cruz tuviste que gritar tu angustia, tu cólera, tu desilusión, tu amargura:

“Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?”

Quizás sea esta la única oración que podamos hacer, pero frente a ella el mundo se ríe.

Un “por qué” que en tus labios era distinto porque Tú eras inocente.

Nosotros no somos inocentes: nadie lo es en esta tierra.

Pero nuestro “por qué” es una petición de justicia, aunque a veces lleve el sello de la cólera y la desesperación y la desconfianza.

Sabemos que nuestro “por qué” ya no escucha esta sociedad que rechaza a la persona, ya que solo la valora por lo que hace o lo que tiene.

Quizás tú tengas aún un poco de paciencia y compasión y hasta un poco de fe en nosotros para escucharnos sin irritación y sarcasmo.

A Ti Señor, víctima viva de todas las injusticias humanas, dirijimos nuestro grito. Acéptalos como oración aunque los “buenos” se rasguen las vestiduras.

Tú perdonas y olvidas; y hasta excusas. Pero la humanidad cuando nos perdona, no se olvida de nuestra lepra.

Estamos marcados para siempre.

Somos delincuentes toda nuestra vida.

¿Cómo podemos esperar la resurrección si la sociedad se niega a creer en personas como nosotros?

  • Oración personal

  • Oración grupal.

  • Compartir :

* ¿Qué me ha dicho Jesús durante este rato?.

* Mi maestro, ¿dónde me ha dicho que vive?.

b) Segunda parte

  • GLENDA “Ven Señor Jesús (del disco “A solas con Dios”)

Ven Señor Jesús, porque sin ti ya no hay paisaje.

Ven Señor Jesús, porque sin ti no hay melodías.

Ven Señor Jesús, porque sin ti no encuentro paz en nada.

Ya no escucho latidos, ya no abrazo con fuerza, mi corazón no se ensancha,

Mi sonrisa no es plena, todo sin ti nada vale la pena,

Porque sin ti ya no me llena nada,

Porque sin ti todo suena vacío,

Sin ti todo me deja tristeza

Porque sin ti yo no respiro hondo,

Porque sin ti todo me cansa,

Porque sin ti me falta todo y me sobre todo, todo sin ti, sin ti.

Ven Señor Jesús, ven pronto a mi vida,

Ven pronto Señor, ven pronto,

Porque sin ti no me importa mi hermano,

No me importa el que sufre,

Porque sin ti mi corazón es de piedra, a quien todo resbala

Acostumbrada a los pobres,

Acomodada en su casa,

Sin jugarse la vida,

Sin gastarla por nada.

Ven Señor Jesús, ven pronto a mi vida, ven pronto Señor, ven pronto.

  • Lectura Lc 4, 18-20

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor.

  • Símbolo : Semillas que cada uno y cada una se llevará como señal de su envío a proclamar la libertad a los cautivos
  • Oración final . Adaptación del Salmo 136 “Que se me pegue la lengua al paladar!”

(En Revista Orar, nº 157, pág. 30)

Que se me pegue la lengua al paladar, si me olvido de mis hermanos privados de libertad, los que viven en el destierro de la miseria, agostados y despojados, alejados y olvidados, prematuramente viejos, a menudo sin esperanzas.

¿Quién puede olvidar vuestras tristes miradas, hombres y mujeres que nunca aprendisteis a sonreír? que se me oscurezca la niña de mis ojos, si olvido vuestras miradas suplicantes.

Hermanos y hermanas mías, que vivís en el desierto de la cárcel, masticando el ruido y el horror de cada día, vejad@s, violentad@s, humillad@s .

Pero si cierro los ojos, aun en medio del canto siento la voz de mis hermanos y hermanas que están allá tan lejos, que están aquí tan adentro.

“Nada es verdad ni es mentira,

todo es según el dolor con que se mira” .

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