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BLOG DEL LAICADO TRINITARIO DE VALDEPEÑAS

LA CARTA DEL MES DE ENERO

LA CARTA DEL MES DE ENERO

Extracto de la carta que nos dirige el presidente del Laicado Trinitario de España sur a sus miembros:

  • Nos comunica el presidente del Laicado Feliz año para este curso 2009.
  • Elección del nuevo consejo de la fraternidad de Sevilla: Presidenta- Hna. Carmen Sánchez, Secretaria- Hna. Concha Esteban, Tesorera- Hna. Dolores Durán.
  • Fraternidad del Alcazar ha elegido como día del Laicado el 9 de Junio (día de la Beata Ana María Tailli).
  • El día 7 de Febrero: concentración del Laicado de España Sur en Almodóvar del Campo, por parte del Laicado de Valdepeñas, parece que estaremos una representación, si se lo queréis comunicar, hablar con el P.Antonino del Pino.
  • Se ha preparado un fascículo de Historia del Laicado y de la Orden para 2009 (pedir fotocopias en cuanto las recibamos).
  • Ficha de cada hermano ( Las mandaremos al Presidente de España-Sur cuando las tengamos completas).
  • Entronización de la Santísima Trinidad (Si alguien está interesado en poseer una Imagen de la Santísima Trinidad hablar con Presidente o P. Antonino del Pino).
  • Peregrinación Trinitario- Mariana a Ciervofrio en Francia, precio de la Excursión 805 Euros, duración 8 días y 7 noches. Se arrancaría un autocar desde Córdoba recogiendo a los interesados. (para más información preguntar al P. Antonino del Pino en Sacristía).
  • Reunión general del laicado del sur en Herencia, los días 27,28 y 29 de Marzo.

Si deseáis más información sobre alguna cosa pasar por Sacristía o llamar al teléfono o email que aparece en el Blog.

¡Gloria a tí Trinidad y a los Cautivos libertad!

La escalofriante tragedia de Gaza narrada por su párroco.( extraido de Zenit.org, 17 de Enero 2009)

La escalofriante tragedia de Gaza narrada por su párroco.( extraido de Zenit.org, 17 de Enero 2009)

 

De la Iglesia de Dios en Gaza a los queridos santos de Palestina y de todo el mundo:

La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios Padre y la comunión del Espíritu Santo sea con todos vosotros.

Desde el valle de las lágrimas, desde Gaza bañada en su sangre, una sangre que ha sofocado la felicidad en el corazón de un millón y medio de habitantes, os dirijo estas palabras de fe y esperanza. No utilizaré la palabra "amor", esa palabra se ha quedado atragantada incluso en nuestras gargantas de cristianos. Los sacerdotes de la Iglesia levantan el estandarte de la esperanza para que Dios se apiade y compadezca de nosotros dejando para Él un resto en Gaza, y de esta forma no se apague la lámpara del cristianismo que encendió, en los comienzos de la Iglesia, el diácono Felipe. Que la compasión de Cristo eleve nuestro amor a Dios, aunque en estos momentos se encuentre en un "estado crítico".

Desde mi corazón de sacerdote y párroco os pido que recéis por el alma de nuestra hija, nuestra querida hija de la escuela de la Sagrada Familia, la primera cristiana fallecida en esta guerra: Cristina Wadi al-Turk.

Murió la mañana del sábado 2 de enero de 2009 a causa del miedo y del frío. Las ventanas de su casa estaban abiertas para proteger a los niños del efecto de la onda expansiva en los cristales. Los cohetes pasaban por encima de su casa, afectando a todos los vecinos y haciendo que todo se moviera amenazadoramente. No pudo soportar todo eso y se fue a quejarse al Creador y a pedirle una nueva casa y un refugio donde no hubiera llanto ni cohetes, ni gemidos sino alegría y felicidad.

Queridos hermanos en Cristo, lo que veis en vuestras pantallas de televisión y lo que oís no es en absoluto todo el sufrimiento real por el que está pasando nuestro pueblo de Gaza. Ni la televisión ni la radio pueden transmitir en toda su amplitud lo que está pasando en nuestra tierra.

El asedio de Gaza es un huracán que crece por momentos hasta convertirse en un crimen contra la humanidad. El pueblo de Gaza hoy, lleva su tragedia al juicio de la conciencia de cada hombre "de buena voluntad". El tiempo venidero será el tiempo del juicio justo de Dios.

Los niños de Gaza, con sus parientes, duermen en los pasillos de sus casas, si es que aún los conservan, o en los cuartos de baño, para protegerse, temblando de miedo por el estruendo y los temblores, los temblores terribles de los cazas F-16.

Es verdad que hasta ahora los objetivos de los aviones han sido en su gran mayoría las sedes principales del gobierno y de Hamás, pero todos estos edificios están situados entre las casas de la gente al no separarse de ellas más de 6 metros, que es la distancia legal permitida entre edificios. Por eso las casas de la gente sufren graves daños y muchos de los niños fallecidos lo son por este motivo. Nuestros niños viven en un estado constante de pánico y terror, y esto les hace enfermar. Esto y la falta de alimentos, la mala alimentación, la pobreza, el frío... La tragedia que se vive en los hospitales es crítica. En estos hospitales no había, antes de la guerra, dispositivos de urgencias, y ahora se ven desbordados por miles de heridos, enfermos y por estos acontecimientos, hasta tal punto que las operaciones se realizan en los pasillos de los hospitales. Muchos de los heridos se envían por el paso de Rafah hacia Egipto, pero el que consigue pasar no vuelve, pues la mayoría mueren por el camino. La gente en los hospitales está asustada, triste, rozando casi la histeria.

Quiero ahora contaros una pequeña historia ocurrida en el hospital a la familia de Abdel Latif. Uno de sus hijos desapareció en la primera oleada de bombardeos. Le buscaron en casa de sus familiares pero no le encontraron ni en el primero ni en el segundo día de la guerra. Al tercer día, recorriendo la familia el hospital, encontraron a un pariente de la familia Yarad que estaba cuidando a uno de sus hijos que había sido herido y estaba mutilado. Ese niño había perdido una de sus piernas y su rostro estaba desfigurado no por los bombardeos de los aviones sino por los efectos de la onda expansiva de las explosiones en los cristales, que se le habían clavado estando él en el hospital cuando una parte de éste fue alcanzado por los bombardeos. Abdel Latif se acercó a consolar al de la familia Yarad, pero cuando estuvo cerca del herido, descubrió que el herido era su propio hijo y no el hijo de la familia Yarad. Para mediar entre la diferencia de las dos familias, decidieron esperar a que el herido se despertase y dijese a qué familia pertenecía. De esta forma la familia de Abdel Latif pudo recuperar a su hijo, que estaba cuidando la familia Yarad.

Os describo esto someramente en mi carta pidiéndoos ayuda a vosotros, y también a Dios. Nuestro pueblo en Gaza se comporta como si fuesen animales salvajes, no como personas. Comen pero no se alimentan, lloran pero no tienen lágrimas. No hay ni agua ni electricidad ni comida, sólo miedo, pánico y bloqueo... Ayer en la panadería se negaron a darme pan. La causa: el hombre se niega a darme pan hecho con una harina que no es buena para la salud, no por desprecio de que yo sea sacerdote. La harina buena que tenía se ha agotado y ahora ofrece lo que le queda en gran cantidad, una harina no apta para el consumo humano. Yo, por mi parte, he jurado no comer pan en lo que dure esta guerra.

Os pedimos que elevéis a Dios vuestras más ardientes oraciones y que no se celebre misa ni servicio religioso en que no os acordéis delante de Dios de la tragedia de Gaza. Por mi parte, yo sigo enviando pequeñas cartas a nuestros hijos para alentar la esperanza en sus corazones. Hemos decidido rezar juntos, cada hora, esta oración : « Oh Señor de la paz, danos la paz. Oh Señor de la paz, concede la paz a nuestro país. Ten compasión Señor, ten compasión de tu pueblo y no te enojes nunca con él ». Os pido que ahora os levantéis y que recéis con nosotros. Vuestras oraciones, unidas a las nuestras, moverán a todo el mundo y le enseñarán que el milagro del amor que se ha detenido en el camino y que aún no ha llegado a vuestros hermanos de Gaza, no es el amor de Cristo y de su Iglesia. Para el amor de Cristo y de la Iglesia no son obstáculo las diferencias políticas o sociales, las guerras ni ningún otro tipo de causa. Cuando vuestra caridad llega a nosotros, sentimos que aquí en Gaza, somos una parte que no se olvida de la Iglesia de Cristo, una Iglesia santa, católica, y que nuestros hermanos musulmanes que están entre nosotros forman parte de nuestras familias, de nuestro destino, con los que compartimos todo y con los que formamos, todos juntos, el pueblo palestino.

Pero en medio de todo esto, nuestro pueblo en Gaza no deja de rechazar la guerra como solución para la paz, y está convencido de que el único camino hacia la paz es la paz misma. En Gaza somos pacientes y en nuestros ojos se puede leer : « Entre la esclavitud y la muerte, para nosotros no hay opción ». Queremos vivir para alabar al Señor en Palestina y dar testimonio de Cristo. Queremos vivir para Palestina, no morir por su causa. Pero si la muerte un día se nos presenta, moriremos gustosos, con valor y con fuerza.

Os rogamos que en vuestras oraciones a Dios le pidáis que nuestro Señor Jesucristo nos dé su Paz auténtica, para que « puedan vivir juntos el lobo y el cordero, el buey pueda pacer con el león, y el niño pueda meter su mano en la boca de la serpiente y ésta no le muerda ».

La paz de Cristo, esa paz que nos invita a ser un solo cuerpo, esté con todos vosotros y os proteja. Amén.

Vuestro hermano,

padre Manuel Musallam,

párroco de la iglesia latina de Gaza

 

Dios a la vista, artículo de Olegario Fernández de Cardenal ( en ABC 18 de Enero 2009)

Dios a la vista, artículo de Olegario Fernández de Cardenal ( en ABC 18 de Enero 2009)

 

ESTE título no está tomado de esos anuncios que ahora ruedan en autobuses por las ciudades. Le pertenece a Ortega y Gasset, quien en un artículo de 1926 bajo ese marbete escribía lo siguiente: «Hay épocas de odium Dei, de gran fuga lejos de lo divino, en que esta enorme montaña de Dios llega casi a desaparecer del horizonte. Pero al cabo vienen sazones en que súbitamente, con la gracia intacta de una costa virgen, emerge a sotavento el acantilado de la divinidad. La hora es de este linaje, y procede gritar desde la cofa: ¡Dios a la vista!».

 

¿Qué ha ocurrido en la conciencia europea para que tras años de silencio social sobre Dios, ahora aparezca esa extraña proclamación, que expresada como rechazo no se atreve a la negación absoluta y deja su existencia en probabilidad? Esa palabra primordial «Dios» todos la proclamamos en consentimiento o en rechazo. Ella nos precede y nos comprendemos a nosotros mismos como finitos a la luz del Infinito, como mortales a la luz del Inmortal, como creados a la luz del Creador. ¿Qué es más sensato: acogerse como frutos de un amor preveniente o como arrojados por un destino ciego? ¿Es posible que nuestra razón y corazón procedan de algo sin-razón y sin-corazón?

 

De Dios ni podemos callar ni sabemos hablar. Sólo podemos hablar de Él haciéndonos eco y siendo altavoces de su propia palabra acogida pecho a tierra, como revelación de su amor y en respuesta de nuestro amor. Quien se la apropia o la blande como arma frente al prójimo, está profanando a Dios y ofendiendo a su prójimo. ¿Quién se atrevería a decir que conoce a Dios, que lo puede retener por propia mano, o ponerlo a su servicio? Él es una presencia real pero elusiva, personal pero sustraída. No es posesión de nadie y es soberana sobre todos. Sólo descalzos y de rodillas, los oídos abiertos y los ojos cerrados, en acogimiento de uno mismo y en recogimiento de la dispersión exterior, podemos percibirle. No en el terremoto, ni en el viento, ni en el fuego exterior sino en la brisa tenue está Él. Así se dio a sentir a Elías camino del Horeb y a Moisés desde el Sinaí en la hendidura de la peña, viéndole por la espalda mientras se alejaba. Pero ese silbo amoroso, que ha rozado nuestras pupilas interiores ya nunca podremos olvidarlo, aun cuando azoten los vientos del Norte.

 

De Dios sólo se puede hablar con amor y temblor desde dentro de la verdad de la existencia, desde el estremecimiento de quien se sabe lejos de la propia dignidad humana y más lejos todavía lejos de la santidad divina. Sólo se puede hablar de Él con una razón que nace de la vida y del servicio incondicional al prójimo. A ese Dios podemos reconocerle en las huellas que han dejado en nuestro mundo sus testigos cualificados: profetas, místicos, poetas altavoces suyos en la cotidianidad, servidores de pobres y enfermos, santas voces de una eternidad que es inherente a nuestra finitud, de un Misterio, que es ya presencia a nuestra soledad, y al que podemos abrirnos porque previamente Él se ha abierto a nosotros. Aceptación de nuestra individualidad y adentramiento en nuestra soledad son condiciones para conocer a Dios. Sólo quien se conoce a sí mismo puede reconocer a Dios y sólo quien ama a su prójimo puede columbrar a Dios.

 

No se puede hacer comercio, propaganda o ideología con este santo nombre. Sólo podemos manuducir el prójimo hasta Dios con la verdad de la existencia, la dignidad de la justicia y la fortaleza de la esperanza. Tenemos que darle palabra y razón de Él pero no demostrar y nunca imponer. Estando en la verdad ante Él y desde Él enhiestos y libres para todo a la vez que solidarios de todo y servidores de todos, gozosos y esperanzados, los creyentes serán verdaderos y hablarán bien de Dios. Preocupados por todo lo bello, noble y justo, a la vez que serenamente despreocupados y abiertos a la gloria del mundo y a la belleza de las cosas, que es alimento natural del hombre y suprema flor de la realidad.

 

El creyente se sabe agraciado con la luz de la fe. Ella no es una conquista suya sino un don de Dios al que ya no puede renunciar porque equivaldría a renunciar a la luz con la que ve un mundo nuevo. Agraciado y humillado por la propia fe, de la que debe gozarse pero nunca vanagloriarse, se asombra cada día de sí mismo, de que al despertar siga existiendo y creyendo. Tanto la vida como la fe son una diaria sorpresa, que el bien nacido agradece a Dios y comunica a los demás. Lo que le causa asombro al creyente no es la increencia del prójimo sino su propia fe, porque sabe que es puro don de Dios. Nada más contradictorio con ella que despreciar o acusar a quien no la tiene: esto revelaría que quien lo hace no sabe lo que es el admirable don de creer; que ha confundido lo que es gracia con lo que es un vulgar producto que se compra, una idea que se fabrica o una mera herencia que se recibe.

 

Cuando las cosas sagradas de la vida humana son tratadas mal y maltratadas, terminan volviéndose contra el hombre y degradándole. La trivialización maligna conduce al olvido de lo esencial, a la pérdida del respeto a lo sagrado, al encubrimiento de los límites de la vida humana, a la anulación de la diferencia entre el bien y el mal. ¡Mortal es ya el hecho histórico de que creyentes e increyentes se lancen la palabra «Dios» a la cara cuando tenía que ser pronunciada por los creyentes con veneración y asombro, mientras que los no creyentes deberían respetarla por ser sagrada a sus semejantes! Cuando esa realidad que debería aparecer como alma vivificadora para todos, se convierte en arma de acoso, entonces algo esencial se ha pervertido en la convivencia. ¡Y todos los que colaboremos a esa pugna seremos culpables de lesa divinidad y de lesa humanidad!

 

Kierkegaard decía que al hombre que encuentra a Dios en su vida, le ocurre como al beduino en el desierto que, cavando dentro de su tienda, descubre una fuente. De ella recoge el agua y se la ofrece a su prójimo para saciar la sed: nunca se la arroja contra el rostro. Cada hombre tiene que cavar en la tienda de su propia interioridad para allí encontrar a Dios. El creyente le ofrecerá a su prójimo como agua viva. El no creyente no debe equivocarse: la realidad de Dios es una gracia posible también para él y no depende de cómo sean los propios creyentes. Cada uno somos un absoluto ante Dios y ante Él tenemos que responder con el nombre con el que previamente Él nos llama a cada uno. Dios es el primer bien común de la humanidad. Porque Él es uno creándonos, somos nosotros unos como hombres. Su paternidad creadora es el fundamento de nuestra fraternidad indestructible.

 

A la luz de lo anterior el lector se preguntará: ¿son los autobuses públicos lugar apto para el uso acusativo o defensivo del santo nombre de Dios? (No pregunto si es legítimo en pura lógica de mercado sino si es fermento de concordia o de discordia en una democracia humana). No parece. Las empresas públicas, ¿pueden prestarse a tales usos ideológicos, que siempre terminan ofendiendo a unos o a otros? No parece. Esta campaña nació en Inglaterra (anglicanos y protestantes) como reacción contra una presentación que hace a Dios fuente de miedo y amenaza al hombre con la condenación eterna. Y tenía razón en rebelarse contra ella y contra tal uso fatídico e inhumano de Dios, porque Él es la fuente primera de la vida y la raíz última de la felicidad. Dios es gratuito como lo son el amor y la luz, la belleza y las flores.

 

No puede ser utilizado como palanca que sirva de acelerador ni de freno para fines materiales de este mundo. Él es de otro orden: la luz que nos alumbra para que existamos en libertad; la lumbre que alumbra para que en gozosa responsabilidad crezcamos. No se puede hablar de Dios en vano, en falso, en profano. El creyente no hablará así nunca de Él.

JESÚS NACE TODOS LOS DÍAS.

JESÚS NACE TODOS LOS DÍAS.

DEDICADO A TODA LA FAMILIA TRINITARIA, ESPECIALMENTE A TODOS LOS MISIONEROS QUE SE DEDICAN A PROPAGAR LA BUENA NOTICIA DE JEÚS Y CONVIVEN EN PAÍSES QUE TIENEN EXCLUSIÓN SOCIAL Y POBREZA. UNA ABRAZO FUERTE PARA ANDRÉS FERRERAS Y CATALINO ASENJO, DE LA MISIÓN DEL MUYO.

FELIZ NAVIDAD A TODOS.

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TIERRA SANTA EN NAVIDAD.

Miles de peregrinos de todo el mundo llegaron a Jerusalén y a Belén, ciudades que juntas son la cuna del Cristianismo, para celebrar la Navidad. Recorrimos las callejuelas de uno y otro sitio y dialogamos con los visitantes, que expresaron toda su emoción por estar hoy aquí, en la Tierra Santa.

PISTAS PARA REZAR EN NAVIDAD, CONTEMPLAR LAS ESCENAS NAVIDEÑAS.

PISTAS PARA REZAR EN NAVIDAD, CONTEMPLAR LAS ESCENAS NAVIDEÑAS.

Normalmente en estas fechas se multiplican las escenas navideñas. En los escaparates, en las iglesias, en tarjetas de felicitación, se acumulan imágenes diversas de la Virgen y San José, el niño, la estrella, los magos, pastores, el pesebre, un portal de piedra... Los villancicos lo describen con música y palabras, a veces ingenuas, siempre inocentes.

Pues bien, aprovecha tantos recordatorios para rezar. Para ello, te sugerimos que en algún momento te pares a pensar en lo que celebramos:

1) Busca algún espacio tranquilo, y un rato sólo para ti.


2) Pide a Dios que te ilumine

Toma una Biblia contigo
3) Lee los relatos navideños despacio, dejando que la escena te cale por completo. (Lc 2, 1-20), (Mt 1,18- 2,17) Intenta imaginar los sentimientos de los personajes, sin edulcorarlos:

a. María, la mezcla de expectativa y miedo, ilusión y temor, confianza e incertidumbre, de quien ha dicho "Hágase" a algo tan difícil
b. José, el hombre confundido pero confiado, asustado pero valiente...
c. Los pastores, la gente de los márgenes, contemplando algo sorprendente
d. Los magos: la figura del sabio que busca en los caminos
e. Contempla al niño: ¿Cómo puede Dios nacer así? En una noche fría, en un portal maloliente, en vez de cuna un pesebre, y como calor los animales...
f. El conflicto que desde el principio genera Jesús (la matanza de los inocentes, la persecución, la huida a Egipto...)

4) Deja que esas imágenes resuenen en ti, y te hagan pensar en tu propia vida. ¿Hay en ella incertidumbre? ¿Riesgo? ¿Valor? ¿Compromiso? ¿Conflicto? ¿Una misión? ¿Reconocimiento de Dios en lo escondido? ¿Búsquedas?


5) Pídele a Dios, u ofrécele, aquello que te parezca importante.


6) Termina tu oración

Repite esta oración cuantas veces creas que te puede ayudar. Y en la vida cotidiana, cuando en estos días, veas esas imágenes y estampas navideñas, recuerda esta oración y vuelve a ofrecerle a Dios aquello que quieres.

La oración repetitiva

Toma alguna palabra o frase que tenga algún sentido navideño y que sientas que refleja tus sentimientos en estos tiempos, y repítela cuando te acuerdes, cuando pasees, cuando estés de compras, o en el autobús, o tranquilamente sentado o sentada. Frases como: "Hágase en mi tu voluntad", o "Gloria a Dios en el cielo", o "Paz en la tierra a quienes ama el Señor", o "Dichosos los pies del mensajero que anuncia la paz", o "El Verbo se hizo carne y acampó entre nosotros". Deja que esas palabras te acompañen a lo largo de estos días, pensando cómo se hacen realidad hoy y aquí.


Medallón de San Juan de Matha y del Rescate encontrado en una zona arqueológica de Texas (USA).

Medallón de San Juan de Matha y del Rescate encontrado en una zona arqueológica de Texas (USA).

Treinta millas al este del río Sabine, en el noroeste de Louisiana se encuentran las ruinas de una de las primeras capitales de Texas, un hecho poco conocido para la mayoría de la gente hoy en día. De 1729 -1770, Los Adaes sirvió de capital oficial a la provicia española de Texas al Noroeste de la Frontera con Nuevo Méjico.Las partes más importantes que se conservan son el Fuerte y La misión. Este puesto de avanzada estaba destinado a mantener el dominio Francés a raya fuera del territorio de Nueva España. También, para llevar el cristianismo a los indios Caddo y sus vecinos. Todas las otras capitales, como San Antonio, Texas, Sante Fe, Nuevo Mexico, y Saltillo, por citar sólo tres, se convirtieron en pueblos y ciudades que están pobladas hoy en día. La mayoría de los rastros que se conservan pertenecen a la provincia española y se coservan o bien en esxcavaciones o centros de población que se conservan hoy en día. En la parte que corresponde a la Misión se encontró en una excavación arqueológica unos medallones: el de San Juan de Matha y la imagen del rescatado, en la que aparece la inscripción: " Sioannes de Matta" y  "Iesus  Nazar Roma".

 

Artículo de Anselm Grün, recogido de la revista "Sal Terrae": EL ARTE DEL CORAZÓN AMPLIO.

Artículo de Anselm Grün, recogido de la revista "Sal Terrae": EL ARTE DEL CORAZÓN AMPLIO.

Anselm Grün: El arte del corazón amplio  (29 del 11 de 2008).
Una conversación con el monje benedictino y escritor Anselm Grün sobre las disensiones en la Iglesia Católica, el diálogo con el Islam y una globalización humana.Alejado del ruido de las grandes ciudades, en medio de campos de cultivo y pueblos tranquilos, se alza majestuoso el monasterio de Münsterschwarzach. El que este sitio sea hoy un centro de peregrinación espiritual en Franconia se debe sobre todo a una persona: el padre Anselm Grün, el humilde religioso que con su característica barba se ha convertido en una especie de estrella del pop para la Iglesia Católica en Alemania.

Sus obras esotérico-piadosas como Para encontrar el equilibrio interior y Paz del corazón son bestsellers, y se han traducido a 28 lenguas. De esta forma, el monje benedictino se cuenta entre los más importantes autores espirituales del mundo contemporáneo.

El padre Grün me recibe una fresca mañana de sábado en la puerta del monasterio y me conduce –a petición mía- a la cafetería del convento, el lugar adecuado para un brunch. Rodeado de damas en busca de tranquilidad espiritual, pronto nos parece más adecuado retirarnos: con una taza de café nos refugiamos en una tranquila habitación vecina, donde Anselm Grün comienza a relatar su vida.

Nada más acabar las pruebas de acceso a los estudios universitarios, este sesentón se decidió por una vida de ascesis monástica y entró en la comunidad de los Benedictinos de Münsterschwarzach. No sin escepticismo: “Por supuesto, al principio hubo dudas sobre si esta rígida vida en la Orden no sería demasiado estrecha para mí. ¿Y es el celibato realmente posible, o tendré que reprimir mi sexualidad?” Aunque hoy considere su elección de una vida espiritual como “el camino acertado para mí”, aún tiene momentos de remordimiento: “siento a veces como un dolor al no haberme casado ni tenido hijos”.

Grün habla tranquilo y despacio, sorbiendo de vez en cuando su capuchino, mientras relata los años de estudio en Roma. Sus estudios de Teología coincidieron con la época de los cambios sociales de finales de los años sesenta, cuando los movimientos estudiantiles protestaban en muchos Estados europeos por un mundo mejor: “También entre nosotros se notó entonces un cambio. Nos rebelamos contra las costumbres anticuadas y los rituales polvorientos.” Para lograr una Iglesia que predicase más cerca del sentir de los tiempos y que pusiese el acento en el hombre.

Mística cristiana y psicología moderna

Esta cercanía a la gente es la que impregna las obras de Anselm Grün y explica su éxito. Une la mística cristiana con la psicología moderna y la filosofía oriental. “Tengo un lenguaje simple que no prejuzga”, cita como un factor importante de su celebridad. Un lenguaje que también encuentra críticas: sobre todo en el sector conservador de la Iglesia, algunos temen que se diluyan los principios católicos mediante la apertura espiritual y las posiciones liberales de la filosofía de Anselm Grün. “Tengo un lenguaje diferente del de muchos conservadores y por eso me atacan desde algunos círculos”, señala un poco turbado.

¿Es Anselm Grün un renovador, un precursor de una pequeña revolución eclesiástica? El padre Anselm lo niega: “Me veo en general en concordancia con la tradición católica”. Sobre el papa Benedicto XVI, al que aún no ha conocido personalmente, dice palabras conciliadoras: “Bajo el nuevo papa ha tenido lugar una apertura. No creo que tenga nada contra mi teología”.

Hablamos sobre la creciente atracción que tiene la Iglesia Católica actual sobre muchos jóvenes europeos. “En este tiempo cambiante, los jóvenes buscan reposo y claridad. La juventud de hoy a menudo no está relacionada con la Iglesia y siente curiosidad. De ahí que la gran baza de la Iglesia consista en que es auténtica y ofrece orientación al mismo tiempo que una sana espiritualidad”, explica.

Búsqueda del corazón amplio

La búsqueda de una espiritualidad sana es un aspecto central de su trabajo teológico. Ve con preocupación las actuales tendencias al fanatismo religioso. “Hay formas de religiosidad que crean enfermos y fanáticos, no sólo en el Cristianismo, sino también en otras religiones.” La llave para una forma curativa, no fanática de la Fe la ha encontrado el Padre Anselm en el fundador de la Orden de los Benedictinos. “Para Benito de Nursia es un rasgo de espiritualidad sana el corazón amplio”. Tras esta formulación se oculta una búsqueda de la apertura, la tolerancia y la empatía.

A mi pregunta sobre las relaciones entre la Iglesia Católica y el Islam, Anselm Grün vacila: “Por una parte es importante mantener un diálogo adecuado con el Islam, que esté impregnado del respeto a las tradiciones del otro. Pero aún así debemos ser críticos con la intolerancia que vemos en algunos países en los que está arraigado el Islam. Lo que necesitamos es un diálogo crítico.” Al mismo tiempo, el benedictino nos aconseja no proyectar sólo imágenes negativas del Islam. En lugar de eso, “deberíamos preguntarnos qué podemos aprender”, dice refiriéndose a la abierta tradición sufí.

Tampoco su Iglesia está libre de corrientes intolerantes, admite el Padre Anselm tras ser preguntado. Hablamos sobre la posición de la Iglesia Católica respecto a la homosexualidad. “Aquí hay sombras aún, por supuesto”, subraya el teólogo reflexivo. Esto es especialmente problemático cuando la fe católica sirve para justificar políticas de discriminación respecto a los homosexuales, como sucede en algunos países de Europa del Este. “Debemos evitar ver la homosexualidad como un pecado”, dice Anselm Grün.

Durante la conversación, el Padre vuelve a menudo a su principio del “corazón amplio”. Plantea con esta metáfora la filosofía de una globalización humana: “Cuanto la globalización sólo beneficia los derechos de los más fuertes, se convierte en maldición”. Apela a la responsabilidad de la economía mundial, y propone “crear valores apreciando valores”. En seminarios regulares de Dirección de Empresas, Anselm Grün enseña a dirigirlas “con corazón amplio”, que tiene como principios la tolerancia hacia el personal y la empatía con él. “El objetivo no es juzgar, sino comprender”, reza uno de los mandamientos del benedictino.

ENTREVISTA
Por Christian Lindner.
Taducción: Luís González Vaya.

Fuente: http://www.cafebabel.com/spa/article/21372/anselm-grun-el-arte-del-corazon-amplio.htm